domingo, 6 de marzo de 2016

SANTO TOMÁS ES MÁRTIR


Porque si acaso entendemos que "mártir" quiere decir "testigo", debemos decir que Tomás fue un testigo, un testigo fiel. Y ese sería su título preferido, me atrevo a decir, entre los mil que le hemos puesto.
Sus hagiógrafos a menudo nos recuerdan  que era grande su devoción al Cristo transubstanciado, y él mismo referenciaba que aprendía más frente al Santísimo que frente a sus libros; Tomás estaba destinado a ser un gran abad, cosa grande a los ojos de Dios y de los hombres, pero se hizo un fraile pobre, (cosa grande casi exclusivamente a los ojos de Dios, porque los hombres, salvo uno que otro Fr. Luis de León, no ven con agrado la pobreza), ser fraile y fraile dominíco significa ser estudioso del Señor y de su obra, ¡y darla a conocer! Fue fraile cabal, que solo se dedicó a mirar al que es Verdad y contarnos lo que en Él está contenido. Se dedicó a estar ahí, cerca del Señor, ver quién era y cómo actuaba, para venir presuroso a contarnos: "¡Miren, miren, que por allá viene el Señor!" "¡He encontrado al Mesías!" (Jn 1, 41); Tomás fue testigo fidedigno, hijo dilecto de una nueva Orden religiosa cuya máxima dice apenas escuetamente "Contemplata allis tradere", transmitir aquello contemplado. Y fue su máxima. 

Llenó del Señor hasta rebasar; el "buey mudo" (como solían llamarlos sus compañeros de aula), mugió con un mugido tal que sigue maravillando al mundo entero, tal como lo profetizara Alberto Magno al conocerlo. Por todo esto, santo Tomás es testigo, mártir.
Pero voy a atreverme a más, Tomás -creo- como todo mártir, ha muerto a causa de la Verdad, por amor a ella. Es conocido aquel renombrado dialogo de Tomás con el Cristo, cuando de rodillas se nutre de la Verdad múnifica de Dios, nostálgico, deseoso de aquello que solo veía en sombras:
"-Bien has hablado de mí, Tomás ¿que deseas de mí? -le dijo el Cristo-
- Solo verte a Tí, Señor."

Lope de Vega habríale respondido : -¿Qué deseo yo, mi Señor? en todo caso ¡¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?! Santa Teresa o San Juan de la Cruz le habrían dicho: ¡Muero porque no muero!, ¡Tú me mueves! ¡No me tienes que dar porqué te quiera! ¡Rompe la tela de este dulce encuentro! o podríale haber respondido como Pedro Malón de Chaile:
Vuélveme , dulce Amado,
el alma que me llevas con la tuya,
o lleva el cuerpo helado
con ella, pues es suya,
o haz que tu presencia no me huya. 
Pero Tomás era fraile, y le dijo: -"Tantum videre te, Domine." Escueto, casi marcial. La voz de un soldado que pide la estancia sin soltar las armas. "Solo verte a Tí, Señor", porque en eso, y solo en eso, consiste la felicidad. Si quieres que pase de mi este cáliz, si quieres. Pero, si acaso hiciere falta en el combate, no te olvides de mí.

El resto también es conocido: Tomás conoce a Dios, ve la Bienaventuranza Eterna (Cfr. Jn 17, 3) y vuelto, lleno de un amor inefable, todo le parece heno, pura sombra e imagen, su obra es tan poco que merece el fuego. Y sus obras, bien para nosotros, salvan de las llamas por muy poco. Sin embargo, Tomás se vuelve taciturno, nostálgico. Ya no escribe más, se consume de amor, hasta que el amor lo busca y rompe la tela de ese encuentro.

Tomás parte a ese encuentro el 7 de marzo de 1274, hace 742 años. Nada.

Que deseemos lo mismo, Señor, y que nuestro deseo sea nuestro premio.


1 comentario:

  1. Omnia haec, oh Reginalde, mihi iam videntur quasi palea.

    Luz de la luz y rosa de la rosa
    foco y fuente de todo lo que es vida
    que pretendo apresar con mi atrevida
    torre de silogismos rigurosa,
    Tripersonal natura misteriosa
    inaccesible intelectual guarida
    de quien el hombre sueña y el suicida
    muere, y el cosmos vive, el ángel goza ...
    En piedra de razón, luz de sagrario
    y cemento de humano pensamiento
    de mi summa el andamio extraordinario
    he levantado en inaudito intento...
    Quiero que un soplo tuyo lo haga viento
    lo haga música mística tu aliento
    y un rayo lo haga polvo de incensario.

    Oración poema de Castellani que referencia ese evento. Quasi palea quiere decir "casi paja" o "como paja" o heno, así se refiere a su gran obra, la Summa Theologiae, que deja inconclusa. Después de lo que ha visto la Summa es quasi palea. TODO es quasi palea, vanidad de vanidades.

    Estoy bastante oxidado con el latín pero lo traduciría así: Todo esto, Reginaldo, me parece ahora como paja. Reginaldo era el secretario de Tomás, que tras ver la negación de Tomás a continuar escribiendo la monumental Summa le consulta insistentemente la razón a lo cual Tomás responde Omnia haec, oh Reginalde, mihi iam videntur quasi palea. Si viéramos lo que Tomás vió todo nos parecería quasi palea ¿qué no?

    PD: Alguien más versado traduzca mejor.

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