domingo, 10 de mayo de 2015

HEGEL POR METÁN

HOY TUVE UN ENCUENTRO CON URTUBEY

Que voy a relatar a modo teatral (tragicómico), como para hacer amena la relación, pero respetando cada palabra pronunciada (tengo grabada su respuesta) y tratando de ser gráfico en la situación.



Sus actores: 
• Diego Amante, que en adelante será “Amante”.
• Dr. Dn. Juan Manuel Urtubey, conocido como “Urtubey”.
• Gente que me rodeaba, como “el pueblo”.

LA OBRA SE LLAMA "HEGEL EN METÁN"

La situación se dio en el Aula Magna de la Universidad Católica de Salta, muy bien ambientada para la humedad que había en el ambiente, tanto que imagino que más de uno la habrá usado de oasis facultativo. El Dr. Urtubey, a la sazón gobernador de la Provincia de Salta, acababa de hablar por espacio de 30 minutos a profesionales y semiprofesionales de esa casa de estudios. De repente anuncian que Amante, el de filosofía, haría una pregunta, el muchacho un tanto de desalineado, con una presencia inadecuada para la situación, se levanta medio atrevido, visto así no da la medida para formular nada, pero qué va…!

-"Antes que nada: buenos dí… tardes, buenas tardes ya -dijo sonriendo y mirando el reloj; la gente que estuvo mucho tiempo esperando sonrió ante eso que no pretendió ser chiste, pero lo fue-. Voy a tratar de hacer la pregunta en un minuto, pero necesito justificarla para que no se malinterprete –con esto, quienes conocían al desaliñado Amante, comprendieron que se trataba del Preámbulo de otra secada de cerebro al que el verborrágico muchacho los tiene acostumbrados-.

Muchos piensan que el filósofo es contrera –continuó ante la sonrisa amena del señor gobernador y su gesto de afirmación- yo creo que el filósofo toca de contrapunto, porque simplemente le tocar hacer un diagnóstico y mostrar el mal, no de contrera, sino para que el cirujano lo pueda curar, en este caso el cirujano es la clase política dirigente.

Mi pregunta es solo a modo de ejemplo de algo que veo con preocupación: yo entendí, y espero haberlo entendido bien para no defraudar a la universidad –otra vez dice sonriente el demagógico sacha filósofo de poca monta-, que al fin y al cabo pueden haber solo dos modos de hacer filosofía: una es realista y otra es idealista, que me perdonen, pero lo demás es medias tintas; entiendo consecuentemente que en filosofía política hay también dos modos: una realista, que obedece a la verdad y al bien… dijo el Gral. Perón (haciendo como la mano ademán de ser concesivo con el interrogado, cosa que le prolongó la sonrisa) “La única verdad es la realidad”; y la otra es idealista, donde prima la praxis al ser, la voluntad de poder a la verdad, donde todo es dialéctica y hay que aprender a leer el signo de la hora para hacer lo CONVENIENTE, que no siempre es lo bueno… pero Perón también conoció a Hegel por mano de Gentile durante su estadía en Italia (la cara ya no estaba tan sonriente, capaz sea porque la pregunta se hacía larga o porque entendía para dónde iba la cosa, don Urtubey no es bruto, eso seguro). Bueno, sucede que veo que en la sociedad argentina y sobre todo en la clase política dirigente hay una primacía de lo conveniente (que se llama demagogia) y a modo de ejemplo mi pregunta:

En la causa Metán hubo seis acusado por crímenes de Lesa Humanidad, yo confieso que no estoy pormenorizado de la causa, no sé si los acusados son culpables o inocentes, y por eso sería una gran irresponsabilidad de mi parte expresarme públicamente al respecto ¿no es verdad? –dijo Amante, buscando la aprobación del pueblo que ya asentía para que el muchacho, que al principio parecía gracioso, se calle de una buena vez-. Lo que sí sé es que 48 horas antes de que se pronuncie el Poder Judicial ya lo había hecho el Poder Ejecutivo por medios de afiches, que AL MENOS, estaban auspiciados por la Municipalidad de Salta y el Gobierno de la Provincia, en el que se ponía la cara, el nombre y el apellido de cada uno de los acusados y se invitaba a la sociedad a la sentencia final a los GENOCIDAS (cargo no imputado a ninguno de los seis acusados) y se pedía prisión COMÚN, PERPETUA Y EFECTIVA para ellos. La pregunta es –enfatizó-: ¿No es acaso eso violatorio de los más elementales derechos constitucionales? ¿No es una gran irresponsabilidad de parte del Ejecutivo pronunciarse anticipadamente a algo que le corresponde al Poder Judicial? ¿No es, al menos, una forma de presión a los magistrados y de manipulación de la opinión pública en perjuicio del honor de los acusados y de sus familias? ¿No le parece que es eso primacía de la praxis (ya ni siquiera la opinión) sobre la verdad? ¿de la conveniencia sobre el bien? ¿no es acaso inmoral, demagógico? Digo, yo no puedo decir que sean inocentes, la Justicia se ha expedido sobre eso, y puedo o no estar de acuerdo; pero que el Poder Ejecutivo cometa tal alevosía… que lo haga la vecina que habla mal de la vecina, se puede llegar a entender… con tanta propaganda hecha… que lo haga un universitario es preocupante, pero que el responsable sea el Poder Ejecutivo, quien debiera velar por el BIEN COMÚN... es grave… y es algo muy común lo que se está dando y es lícito temer que el Estado pueda hacerme un día lo mismo a mí o mi familia o a quien sea; porque de repente ¿no le parecería inmoral, a usted que lo ha sufrido en carne propia, a quien se acusa de muchos casos de corrupción, sean justas o no a mí no me constan, que yo haya pagado a alguien y a esta misma hora estén empapelando la ciudad con su nombre, su foto y el apellido de su familia con tales acusaciones?

Es un ejemplo de algo que se ha puesto de moda. Por eso le pregunto para sintetizar ¿Por qué se hizo? ¿Le parece bien?”

El rostro del disertante tomó el tinte de acusado, y con un tono de preocupación y tocado en la fibra más íntima de su propia realidad se vio obligado a elegir entre la verdad y la conveniencia.

URTUBEY (serio como árbitro finalista):

“Estoy completamente de acuerdo contigo, yo no sé de esos afiches. La verdad que no tengo la menor idea, pero coincido contigo si alguien hace eso está mal hacerlo. Claramente.” Fue la respuesta más corta de todas, sin chistes, sin sonrisas, sin anécdotas.

El tema es que los afiches sí se hicieron y tuvieron la aprobación del Ejecutivo Municipal y Provincial.

El pueblo se miraba y con descontento y meneando la cabeza decían por lo bajo –y no tan bajo-: “no puede responder así, no puede responder así.”

Quizá todos esperaban el chiste.

Sonriente Hegel pasea por Metán, como James Blunt, pero no lleva de la mano a su esposa, sino a la coqueta y, en estos tiempos, bien perfumada política argentina.

La única verdad es la realidad.

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