domingo, 22 de mayo de 2016

DISCURSO 25 DE MAYO n° 1 (para alumnos de secundaria)

Señor Rector, Profesores, Prefectos, cuerpo no docente, padres, alumnos: El Cabildo ayer.El Cabildo ayer.

Nos reunimos esta mañana del 24 mayo en el 2011 para recordar lo que sucedió hace más de 100 años en una mañana muy parecida.

El sentido de esta memoria no es simplemente anecdótica; ella nos habla de hombres concretos, argentinos como nosotros que se han visto ante una encrucijada: la fidelidad jurada al Rey de España o el gobierno propio, que nos habla de libertad y soberanía.

Es que la cosa no era tan simple: más de tres siglos de historia nos ligaban a la Madre Patria que nos legó lengua, cultura y religión. En estas tierras la palabra y el sentido de justicia aún eran cosa sagrada y nosotros nos debíamos en mucho a España. Pero algo había cambiado: La España de aquel momento no era la España de la conquista, la España que nos evangelizó y la España que nos inculturó:

“Las Españas de América –dice lúcidamente nuestro genial Caturelli- que habían conservado intacta la esencia de la hispanidad, resultaban ser, paradójicamente, más hispánicas que España; por ser fieles a sí mismas y al antiguo pero siempre presente proceso descubridor comenzado cuando Colón plantó la Cruz en las playas de Guanahaní, conquistaban ahora su independencia política.”

La Patria que había nacido en el mestizaje criollo de siglos anteriores ya estaba lista para soltarse la mano y empezar, por sí misma, a escribir su propia historia.

Así lo entendieron algunos de los principales hombres de Buenos Aires y por eso aprovecharon las circunstancias y sabiendo leer el deber de la hora se lanzaron con ardor de espíritu y una decisión inquebrantable a la conquista de la independencia. El pueblo acompaño a estos valientes hombres, primero desde la gloriosa e histórica Plaza de Mayo y luego desde los no tan elegantes pero no menos gloriosos campos de batalla, dispuesto a defender con armas y con su propia vida el grito de independencia. Hombres sabios y peritos, hombres rudos y campesinos, todos unidos en la común virtud del patriotismo y ahora recordados a través de los siglos.

No es simplemente anecdótica –decía- nuestra memoria de estos hechos pasados. A nosotros el recuerdo de tiempos gloriosos no nos convierte en románticos o melancólicos, el recuerdo de lo glorioso nos impulsa a la acción.

El padre Castellani se lamentaba de la decadencia de nuestro tiempo y escribía:

“Un país de plata, su nombre significa “La Plata” 
y la plata va siendo lo único que se acata.


Pobre patria en manos de hombres tenderos o charlatanes,
¡será posible hayan muerto ya todos tus capitanes!

Pobre patria en este ambiente de necios y de pelaires;
¡Que Dios te mande tormenta y buenos aires!”

El sentido de patria se iba perdiendo y hasta en las escuelas ya no se enseñaba patriotismo que es lo más necesario a una Nación, por eso este hombre tan culto decía extrañamente:

“Mas si yo tuviese un hijo le daría un buen caballo… 
para huir de las escuelas, los pedantes, los diarios.
  
No le enseñaría a leer, mucho menos a escribir,
lo enviaría a las estancias a soñar el porvenir
y a aprender la única forma digna nuestra de morir.”

Miren qué curioso porque también el Martin Fierro decía algo parecido:

“Hay hombres que de su cencia 
tienen la cabeza llena,
 hay sabios de todas menas;
mas digo, sin ser muy ducho:
es mejor que aprender mucho
el aprender cosas buenas.”

Nosotros queridos profesores y alumnos queremos dejar de lado el “bienestarismo” y la pedantería, es decir, el orgullo. Nosotros queremos aprender mucho, pero sobre todo queremos aprender cosas buenas, queremos levantar, juntos, como aquellos hombres del mayo de 1810 una patria soberana y eterna.

¡Tarea difícil si las hay! Pero no hubiese habido ni Mayo, ni acto, ni escuela, sin hombres de talante valiente. Eso queremos generar. Para eso nuestro colegio.

No me quiero despedir sin recordar la pregunta que una vez me hiciera y su respectiva respuesta en versos (espero que me tengan paciencia):

¿QUÉ ES SOBERANÍA?

Soberanía es la espada enterrada
De un viejo soldado del viejo Colón
En tierras ignotas plagadas de erratas
Y nacidas novatas en gran Fundación.

Es el cimiento de voces lejanas
Que cantan historias de grande valor.
Soberanía es la Plaza de Mayo,
El Congreso pintado de verde color.

Es la valiente Vuelta de Obligado,
Y es el  homérico gaucho montado
En legendarios corceles alados
que ya han conquistado El enorme temor

de invasores trajeados de rojos colores
y distintos colores, del mismo color…
Es el hombre del campo, la mujer de la casa
es el hombre de hombres, el hombre de ideas
y nuestro hombre fraguado en difícil acción

Es la gran montonera, el grito de Güemes,
un poncho colorado y un noble blasón.
Es el Andes helado y también…
El valiente soldado que en Malvinas luchó

Soberanía es el brazo esforzado que la tierra labró,
Soberanía es la voz que cantó en castellano
proezas del magno soldado y  la gran Religión

Es la guerra enconada al malvado malón,
Sea viejo, sea nuevo, que el alma no ceda,
Que se vista de pluma o se vista de seda
Si es el brazo enemigo de mi gonfalón.

Soberanía es la eterna custodia
De una cruz enterrada con grande tesón
Soberanía Es la guarda perenne
del “conditor” divino del gran Cicerón

Hoy nos encontramos reunidos de nuevo, en el patio de nuestro amado colegio frente a las banderas por las que lucharon nuestros abuelos y debemos hacernos aquellas dos preguntas que se hacía el pueblo en aquel momento: ¿Qué sucede? Y luego: ¿Yo que puedo hacer?

La Patria es memoria del pasado, pero sobre todo deber irrenunciable para con el futuro. No es para nosotros un mero cúmulo de emociones, fruto de la sensibilización de los afectos; tampoco creemos que la patria sea una mera construcción racional, producto del ocio de los hombres; la patria – y escúchenlo bien alumnos- es un don, un misterio, un camino de salvación; y por eso creemos en esa frase latina: “Pro Patria ad Deum” (Por la patria hasta Dios). Por eso entonces es deber de todos.

Así la entendemos, así la pensamos, así la amamos. Ese es nuestro deber. 

FELIZ DÍA DE LA PATRIA.

El Cabildo hoy.El Cabildo hoy.

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